Elhorizonte, que ya está gris, se funde con el agua gris del lago. A mi espalda se pone el sol entre rayos dorados y rojizos. Desde las acequias llega el primer canto del grillo. Es un mundo que conozco y quiero y no deseo dejar. Desde mi juventud he recorrido este sendero de noche sin sufrir daño alguno.
Enla orilla del Tajo. hablaba con la rana el renacuajo, alabando las hojas, la espesura. de un gran cañaveral y su verdura. Mas luego que del viento. el ímpetu violento. una caña abatió, que cayó al río, en tono de lección dijo la rana: «Ven a verla, hijo mío;
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